El azúcar que consumimos, adicional a las frutas y verduras que están incluidas en nuestra dieta, es, por lo general, mayor que la dosis recomendada por la Organización Mundial de la Salud, la cual representa al 10% de la ingesta total de la energía. Si bien ya conocíamos que su consumo desmesurado está asociado con la obesidad, enfermedades cardiovasculares, diabetes y caries, ahora nuevas indagaciones refieren que sus consecuencias se extienden a nuevos ámbitos de nuestra salud.
¿Qué bebida aumenta el riesgo de padecer cáncer de hígado, según estudio?
Recientemente, un equipo de científicos del Brigham and Women’s Hospital ha descubierto una relación entre el consumo de bebidas azucaradas y edulcoradas artificialmente y la incidencia de muerte por enfermedad hepática crónica y cáncer de hígado. El diario La Razón suscribe que el cáncer de hígado es la tercera causa principal de muerte por cáncer y el sexto tumor más diagnosticado en el mundo.
Los resultados publicados en la revista médica JAMA se obtuvieron a partir del estudio de los datos dietéticos casi 100.000 mujeres posmenopaúsicas estadounidenses de entre 50 y 79 años a lo largo de décadas. La población de esta investifación informó acerca de su consumo regular de refrescos, de bebidas hechas de frutas y de bebidas endulzadas artificialmente después de tres años. Los hallazgos sorprendieron. Aquellas féminas que consumieron más de dos unidades de bebidas azucaradas por mes tenían cerca del doble de riesgo de cáncer de hígado que las que consumieron solo una o ninguna. Las estadísticas develaban un panorama similar para la mortalidad por enfermedad hepática crónica.
Ahora, pese a los descubrimientos, los autores señalaron que los datos no se vincularon con el consumo de alcohol, tabaco o rutinas de ejercicio. Cabe mencionar que sostuvieron que el estudio fue observacional.
¿Cómo saber si mi hígado se encuentra mal de salud?
La Organización Cancer Research UK indica que el cáncer de hígado no causa síntomas durante las primeras etapas, pero, cuando estos aparecen, suelen manifestarse como:
- Súbita perdida de peso
- Coloración amarillenta de la piel y el blanco de los ojos
- Abdomen hinchado
- Pérdida de apetito y sensación de saciedad tras ingerir pequeñas cantidades de comida
- Dolor en el abdomen
- Heces más pálidas que lo habitual.
Fuente: La República
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