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Puno es la región donde más han caído las siembras

La anterior campaña agrícola (2022-2023), como era previsible, fue complicada; no obstante, en sus últimos meses mostró signos de recuperación. Es así que hasta junio de este año se sembraron alrededor de 1 millón 891.427 hectáreas de los principales cultivos transitorios a nivel nacional, lo que significó una caída cercana a 43.700 hectáreas o -2,3% en relación a la superficie sembrada en el mismo periodo de la campaña previa. En mayo, la diferencia superaba el 4%.

Sin embargo, aún se observan regiones en que el nivel de siembra es muy inferior a lo registrado el año pasado, según datos del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri).

Así, Puno es la región donde se registró la mayor disminución en las siembras, con un retroceso de 18,8% o más de 27.731 hectáreas. En esta zona del país, las provincias de San Román, Lampa y Huancané fueron las que más redujeron su superficie de cultivo, con -36,4%, -34,2% y -27,1%, respectivamente.

En algunos distritos de estas provincias incluso se ha sembrado menos de la mitad que el año pasado. Es el caso de los distritos de San Miguel y Taraco.
Entre las regiones con cifras en rojo, también se encuentran Junín, con una reducción de 12,2%; Cusco (-7,7%); Áncash (-7,3%); Cajamarca (-6,4%) y Ayacucho (-5,8%).

En cambio, Ucayali, Lambayeque y San Martín son las regiones que más han incrementado sus áreas sembradas, con un crecimiento de 37,5%, 24,2% y 10,6%, cada una. Completan este grupo Ica (9,1%), Tumbes (7,5%) y Madre de Dios (7,4%).

Resultado por regiones

En cuanto a los cultivos principales, la papa sigue registrando números negativos, con una reducción de 23.241 hectáreas (-7,1%), llegando a un total de 306.310 hectáreas.

En cambio, el arroz casi ha logrado recuperar su nivel de siembra y muestra únicamente una ligera disminución del 0,4%, y totaliza 389.735,6 hectáreas a nivel nacional.

Dentro de los cultivos principales bajo la supervisión del Midagri, la quinua sigue siendo el más perjudicado, con una disminución del 16,4% en comparación con la campaña anterior. Sin embargo, es importante destacar que se observa una recuperación significativa, ya que hasta el mes de mayo la tendencia mostraba una caída más pronunciada.

Cerraría en negativo

Laureano del Castillo, Director Ejecutivo del Cepes, explica que, a pesar de la recuperación observada en los niveles de siembra durante los últimos meses de la campaña previa, esta habría concluido con cifras negativas. Esto se debe al impacto sin precedentes de los fenómenos climatológicos ocurridos entre finales del año pasado y principios del 2023, así como a la crisis por la escasez de fertilizantes.

En la región sur, las sequías jugaron un papel determinante como principal obstáculo para cultivos como la papa y la quinua, según señala. Mientras que, en el norte, las lluvias asumieron el mismo rol.

En el caso de Puno, añade que además de la escasez de lluvias, la crisis sociopolítica también ejerció influencia. Esta región fue una de las más afectadas por las protestas que se desataron en los primeros meses del 2023.

El representante del Cepes también hace hincapié en que, en la presente campaña, la presencia del fenómeno El Niño afectará el rendimiento de los cultivos o disminuirá la superficie sembrada. Siendo las más afectadas las áreas en secano.

Fuente: La República

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